miércoles, 5 de septiembre de 2007

Careta y cruzada (relato de un vecino)

El piso lo llevaba, le empujaba los talones,el no lo sabia, por eso trataba de caminar mas lento, porque en algunos de esos bruscos movimientos que le solian salir, tropezaba cuando la punta de su zapato chocaba con el talon de su otro pie, y asi iba perdiendo los pasos rectos, sin entender que le incomodaba tanto en su pensamiento para que el equilibrio quede asi, tan estupidamente mermado, por un error grande de aprendizaje, torpeza que desde sus manos ve recorrer por todo su cuerpo, desencantado de tan estado de ebriedad, empezo a tratar de trotar para evitar pensar y para que no se le acercara nadie a ayudarlo. A tropezado, se o la boca contra el cordon al cruzar rapido por la avenida, se resintio del hombro y se raspo la rodilla, despues de estar cinco minutos tratando de levantarse, olvidó porque corria, pero no dejo de trotar, penso entonces que queria alcanzar a alguien, sólo llego a la esquina, vacio sus ideas, las tiró a un costado sobre el cordon de la vereda, y se sentó meneando la cabeza como gesto de inutilidad descontrolada. Otra vez volvio a reir, hasta que llegaron sus amigos, lo habian rodeado, de pared a pared, lo indagaban, el no sabia nada, no vio a nadie, talvez sólo al que estaba corriendo, no queria alterarlos con sus heridas, demostro entonces que no habia dolor ni sangre en su boca, queria volver al lugar con ellos como si no le hubiera pasado nada. Pasearon esas dos cuadras de secuencia, cantando juguetes perdidos, y desde ese entonces el estuvo tratando de recordar a quien vio, otro dia les dira, ahora dejenlo pensar, paso la baño sin remedio alguno, para que el espejo le diga quien es, adonde está y cuanto mas hay.

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